El uso del chupete produce ventajas e inconvenientes que conviene valorar para hacer un uso correcto de este material. Esto hace que se produzca un debate habitual entre quienes consideran que, dados los riesgos que produce el uso del chupete, es mejor evitarlo desde un primer momento. Y por otra parte, están quienes observan sus dulces efectos secundarios.
¿Qué situaciones se producen de modo habitual como consecuencia de la dependencia que un bebé experimenta respecto del chupete? Por ejemplo, es muy posible que el bebé llore durante la noche cada vez que el chupete se le cae en la cuna. Y esto no solo altera su calidad de vida sino también, tu propio ritmo de descanso.
Pros y contras del uso del chupete
El chupete logra aliviar la ansiedad del niño cuando tiene hambre. Sin embargo, es muy recomendable que esperes a utilizarlo hasta que la lactancia está totalmente consolidada. De este modo, el uso del chupete no interfiere en el ritmo de alimentación del niño. La succión que el niño experimenta cuando tiene el chupete puesto que le produce un placer.
Gracias al efecto de relajación que produce el chupete, el niño también experimenta una mejor disposición hacia el sueño y el descanso. En realidad, el chupete no es negativo en sí mismo. Sino dependiendo del uso que se le dé. Por ejemplo, cuando genera dependencia sí está condicionando al niño a nivel emocional. En este caso es muy posible que el bebé llore cuando no tiene el chupete puesto. Además, es mejor que el niño utilice el chupete antes que adopte el gesto de chuparse el dedo de la mano. En ese caso, es más difícil que se quite esta costumbre.
Por otra parte, el uso del chupete, de forma prolongada, también puede producir consecuencias en la salud bucodental a largo plazo. Por ejemplo, puede alterar la posición natural de los dientes. Teniendo que recurrir a un tratamiento de ortodoncia en el futuro para corregir este problema de salud. Y también, estético, dada la influencia que tiene una sonrisa bonita en la imagen y en la autoestima.
Hay que tomar conciencia de que la dependencia del chupete no solo puede alterar el crecimiento natural de los dientes.También, altera de forma lógica el habla del niño. Es decir, se mostrará más lento en el aprendizaje del lenguaje. Por la simple razón de que si tiene la boca casi todo el tiempo, el niño se sentirá estancado en esa zona de confort.
Beneficios del uso del chupete
En el momento del descanso, el uso del chupete también motiva que el bebé esté tumbado boca arriba durante más tiempo. Y esta posición en la cuna es beneficiosa para el niño según recomiendan los pediatras.
En ocasiones, el uso de un chupete también puede convertirse en una distracción que ayuda al niño a desviar su atención de un fin diferente. Por ejemplo, cuando el niño acude al médico, el hecho de llevar el chupete puesto, puede darle tranquilidad y seguridad.
Uno de los principales beneficios del uso del chupete es que minimiza el riesgo de Síndrome de la Muerte Súbita del Lactante (SMSL). Un síndrome que produce verdadero temor en los padres.
Recomendaciones para usar el chupete
Cada niño muestra su propia preferencia por un tipo u otro de chupete. Consulta información en la farmacia y pide asesoramiento del farmacéutico. Una figura de referencia profesional para la familia. Para evitar que el niño desarrolle dependencia respecto del chupete puedes adoptar la rutina de dárselo, únicamente, en aquellos momentos en los que lo reclama. Por otra parte, tampoco untes nunca el chupete en miel.
Para sujetar el chupete, utiliza únicamente broches que estén homologados. Y que, por tanto, cumplen con todas las normativas de seguridad. El uso de un producto que no está homologado puede incrementar el riesgo de un posible accidente. Es recomendable que el bebé tenga varios chupetes para usarlos de una forma alternativa en la semana. Puedes actualizarlos cada dos meses. Algo muy recomendable por una cuestión de higiene. Y también, porque el chupete se deteriora con el uso diario. Muchos niños nunca utilizan el chupete, este es un ejemplo de que este elemento no es necesario a modo de causa y efecto.
Por esta razón, es importante no convertir el chupete en un elemento de uso continuado. Es decir, si el niño llora, observa antes cuál puede ser la causa. Tal vez llore porque tiene hambre, mucho calor, necesite un cambio de pañal… En ese caso, busca la solución directa a cada circunstancia. Tampoco es necesario utilizar el chupete en todo momento, en la hora de ir a dormir. Puesto que, el niño puede relajarse igualmente con música suave de fondo que crea un ambiente que invita al descanso a través de la creación de emociones de calma y tranquilidad.