Uno de los elementos más importantes en la habitación del bebé es el armario para guardar la ropa. La opción de un mueble empotrado y hecho a medida es una inversión que revaloriza esta estancia. La principal ventaja es el aprovechamiento del espacio. Pudiendo sacar partido incluso a aquellos rincones del cuarto. Es decir, un mueble hecho a medida es una inversión porque es un diseño único. Y como tal, es el mejor complemento para ese dormitorio.
Pero además, este armario aprovecha el espacio en altura. Por tanto, puedes obtener una buena fuente de almacenaje desde el suelo hasta el techo. Una de las ventajas de este tipo de mueble es que se convierte en el protagonista del dormitorio, viste el cuarto. Sin embargo, tiene una posible desventaja. Si en algún momento tienes pensado hacer una mudanza para cambiar de casa, el mueble tendrá que quedarse en tu actual vivienda puesto que este tipo de armario no es fácil de trasladar.
La ventaja de tener un mueble de este tipo en el cuarto del bebé es que cuando quieras actualizar la habitación del niño, te será más sencillo hacerlo cambiando otros elementos como la cama, la mesilla y los productos de textil hogar. Es imposible cambiar de sitio el mueble, por esta razón, los demás elementos siempre giran en torno a este eje de decoración.
Armario hecho a medida para el cuarto del bebé
Muchos pisos son pequeños, por tanto, si la habitación del bebé tiene un espacio reducido, puedes potenciar tu creatividad para sacar el máximo partido a la estancia. Y la mejor solución para maximizar el potencial del cuarto es un armario empotrado. Ya que además, también puedes elegir un mueble con distintos tipos de puertas. Si quieres priorizar el espacio, entonces, las puertas correderas son una solución práctica y funcional.
Además, si en un futuro quieres cambiar la estructura exterior del armario podrás hacerlo, conservando el formato interior. Y esto supone un ahorro económico. La ventaja de tener un armario grande es que te resultará sencillo clasificar las prendas por temática.
Este tipo de mueble aporta elegancia al cuerto, pero además, también es un medio necesario para mantener el cuarto ordenado. Uno de los principales inconvenientes de un armario empotrado es su precio, puesto que el trabajo hecho a medida requiere de una terea artesanal. Sin embargo, según cómo lo interpretes, este precio inicial puede ser en realidad, una buena inversión de futuro para decorar la habitación del niño, creando un espacio de felicidad en el hogar. Desde el punto de vista del consumo, la decisión de encargar un armario empotrado es un medio positivo para incentivar negocios tradicionales como las carpinterías. Negocios que están sufriendo el efecto negativo de las marcas de muebles que ofrecen productos low cost.
Además, si colocas espejos en alguna de las puertas del armario empotrado también puedes utilizar este cristal a modo de probador. Y desde el punto de vista de la decoración, este detalle estético es fundamental para crear espacios nítidos y diáfanos.
Diseño práctico y funcional de un mueble a medida
No solo puedes personalizar el espacio exterior de la estancia sino también, su formato interior de acuerdo a las necesidades de almacenaje de la ropa del bebé. Por ejemplo, el carpintero puede decidir cómo distribuir las cajoneras, las baldas, las barras y los tabiques. Los armarios empotrados son un éxito porque ofrecen una perfecta combinación de diseño estético. Y también, valor práctico en su uso. Sin embargo, más allá de sus ventajas, conviene analizar cada caso. Por ejemplo, no son adecuados para un piso en alquiler sino para una casa en la que tienes pensado, crear un futuro.
Cuando llega un bebé a la familia surgen muchos gastos. Algunos de ellos son secundarios y otros, prioritarios. Entre los gastos prioritarios también hay compras que tienen un carácter temporal y otras, que son una inversión de futuro. El niño pasará mucho tiempo de su vida en el dormitorio. Y esta es una buena razón para crear un espacio de felicidad para el bebé. Intentando elegir los mejores medios para aprovechar el espacio disponible en el cuarto. En el dormitorio infantil debe haber zonas diferenciadas: lugar de descanso, espacio para juegos y mueble de la ropa. El armario empotrado ofrece el efecto secundario añadido de poder disfrutar de una zona más amplia para jugar, colocando, por ejemplo, una alfombra en el suelo.
Mientras que la cuna del bebé tiene que ser reemplazada por la cama en el futuro, por el contrario, el mueble empotrado puede perdurar en el tiempo. Especialmente, si apuestas por la madera como material de base para su elaboración.